Organizado por la Red Española de Ciudades Inteligentes (RECI), ha sido la Diputación Provincial de Cáceres la encargada de dar acogida a este Encuentro nacional, que se ha celebrado en la Institución Cultural El Brocense de Cáceres los pasados 7 y 8 de mayo.
Con el foco puesto en el papel que desempeñan las Diputaciones Provinciales en el diseño de estrategias inteligentes para el desarrollo territorial, se vino a reconocer que las ciudades no se encuentran “aisladas”, sino que que el territorio es un coninuum que necesita ser abordado desde una perspectiva más amplia que la de cada localidad o municipio. Así, mientras el movimiento Smart Citie surgió desde cada ciudad para afrontar sus propios problemas de desarrollo, se pasa ahora a hablar de Smart Region, o “Territorios Inteligentes”. Desde esta perspectiva, la tecnología tiene que ser también la gran aliada del medio rural.
Precisamente ADISMONTA, la Asociación para el Desarrollo Integral de Sierra de Montánchez y Tamuja, cuenta con una estrategia SMART RURAL, con lo que su presidente y gerente acudieron también al Encuentro. ADISMONTA es además el Grupo Coordinador de un proyecto de cooperación regional, “Smart Rural Living, zonas rurales vivas, pueblos inteligentes”, que desplegará recursos en todas las 24 comarcas de la Extremadura rural para dinamizar y acelerar proyectos en el marco de este tipo de estrategias territoriales: las Smart Comarcas.
Entre los ponentes del evento, participaron Miguel Ángel Morales, presidente de la Diputación de Cáceres; y José de la Uz Pardos, presidente de la RECI y alcalde del Ayuntamiento de Las Rozas, quienes resaltaron la importancia del trabajo en red y la colaboración interinstitucional
En el Encuentro de Territorios Inteligentes celebrado en Cáceres, expertos de toda España abordaron la implementación de las nuevas tecnologías en municipios pequeños, adaptándolas a sus necesidades en cuanto a la movilidad, a la gestión del agua o al turismo, entre otros aspectos, proporcionando un espacio de intercambio de ideas sobre gobernanza territorial, ciberseguridad de datos e implementación de la Agenda 2030 para el desarrollo sostenible del territorio. Especial hincapié se hizo sobre el rol del turismo como motor económico y su integración en las estrategias de territorios inteligentes.
El Secretario General para el Reto Demográfico, Francesc Boya, en un momento de su intervención
Esa necesaria empatía con el medio rural centró la intervención de Francec Boya, Secretario General para el Reto Demográfico, quien manifestó la importancia de democratizar el acceso a las herramientas tecnológicas para cambiar ese rumbo que hace que sean las ciudades las que absorben talentos, dinámicas económicas, población, lo que pasa necesariamente por la solidaridad y la escucha al medio rural.
“Necesitamos -dijo- una tecnología y una inteligencia que esté al servicio de los ciudadanos para hacer una sociedad más igualitaria, más equitativa, que permita a la gente que viva donde quiera con todas las garantías de que va a vivir una vida digna, y la tecnología en eso va a ser fundamental, es una gran aliada si se utiliza en proyectos en los que lo público tenga un rol fundamental”.
Ya en la tarde, y en el marco de la Gobernanza Territorial del Turismo, tuvo lugar la mesa sobre el Turismo como dinamizador económico del territorio, moderada por Paloma García Cerro, de la Diputación de Cáceres, y en la que intervino el presidente de SEGISTUR, Enrique Martínez, además de representantes de Diputación de Cádiz, Cabildo Insular de Fuerteventura y Telefónica. Se abordó aquí la complejidad de aplicar la metodología de Destinos Turísticos Inteligentes y la necesidad de adaptarla a ámbitos territoriales más amplios que la administración local o municipio.
En definitiva, en el encuentro ‘Territorios Inteligentes’ se han venido desarrollando mesas de debate, charlas y conferencias que son de gran importancia para el presente y el futuro del medio rural, poniéndose de manifiesto el papel de apoyo, en los tiempos que corren, de las nuevas tecnologías y la implicación de las instituciones públicas en su despliegue, pero también la importancia de la innovación social y de un modelo de gobernanza que tenga en cuenta la necesaria implicación de los agentes sociales y económicos para su efectiva implementación.